Queridas amigas y amigos:Si recordáis, el mes pasado escogíamos como objetivo específico, ensanchar nuestra cosmovisión del mundo, casi siempre limitada. Continuamos hoy por la misma senda, pero dedicando esta ocasión a una reflexión, si cabe, más profunda y personal.
Hoy quiero proponeros antes de comenzar el debate sobre la película, un experimento imaginario, un ensayo:
Quiero que reflexionéis sobre vuestra vida pasada. Un repaso rápido a los años vividos, y los pasos seguidos hasta hoy:
1. Qué habéis hecho de niñas-os, de adolescentes, de adultos,
2. Que estudios habéis cursado,
3. Qué trabajo, remunerado y sin remunerar, habéis realizado.
4. Cuanto tiempo habéis dispuesto para la cultura.
5. Cuanto tiempo para realizar vuestros intereses propios
6. Cuanto tiempo para el cuidado de los demás
7. Que respeto gozáis de vosotras-os mismas-os y los demás
8. Cuanto para el tiempo libre y vuestro disfrute.
Imaginad ahora, que el azar quiso que nacierais de otro sexo.
¿Vuestra vida habría sido igual? ¿Podrías narrarla de la misma manera, sin cambios significativos?
1. ¿Habríais cursado los mismos estudios?
2. ¿Habríais trabajado en el mismo sitio y conseguido los mismos logros?
3. ¿Habríais dispuesto del mismo tiempo para la cultura?
4. ¿Habríais realizado en la misma cantidad vuestros intereses propios?
5. ¿Habríais invertido el mismo tiempo en el cuidado de los demás?
6. ¿Habríais gozado del mismo respeto?
7. ¿Habríais dispuesto del mismo tiempo libre?
Si piensas en las respuestas, quizá te preguntes a continuación ¿qué es, o qué significa ser hombre o ser mujer? Con ayuda de Simone de Beauvoir afinemos más: ¿Se nace mujer, o se hace?, ¿se nace varón, o se hace?
Si se hace… entonces es que… ¿podemos elegir?
Y si podemos elegir, significa que… ¿hombres y mujeres tenemos las mismas oportunidades?
De todo esto nos habla la película de este mes, Orlando. De todo esto y de cuanto vosotras y vosotros querais tejer utilizando los hilos que Sally Potter nos regaló...
ESPERAMOS CON IMPACIENCIA VUESTRAS APORTACIONES!!!
Queridas amigas! Muy “serias” os habéis puesto esta vez. Tenemos una batería de preguntas que casi parece un examen… Fuera bromas, me parece muy buena la reflexión y ya veremos hasta dónde nos desenreda hilos de la madeja o nos enreda más… Para empezar, iré despacio con las preguntas, cada día unas pocas.
ResponderEliminarPersonalmente, he tenido mucha suerte. He vivido en una familia en la que las chicas hemos tenido desde niñas las mismas oportunidades que el hijo varón, de tal forma que las dos hermanas fuimos a la Universidad y ambas somos funcionarias, mientras que el varón, que no quiso estudiar, continúa felizmente trabajando su campo que es lo que le gusta.
Sin embargo sé que no era lo habitual en aquel tiempo, hace cinco décadas, y en un pequeño pueblo. Lo más frecuente era que en la mayoría de las familias vecinas sólo estudiaran los chicos varones. Mi padre me contaba que algunos amigos y familiares le decían a él: “Pues vaya tontería, para que te gastas el dinero en estudios para las muchachas, si las mujeres con saber las “cosas de la casa” ya está”.
Recuerdo, también, que del grupo de amigas y amigos que convivíamos en el pueblo, la mayoría de ellas no empezaron estudios superiores y otras los dejaron a medias, cosa que no extrañaba a nadie, mientras que de ellos la mayoría los terminó de tal modo que los varones consiguieron un trabajo y una independencia que ellas no tuvieron o si acaso les costó realizarlos de mayores y con mucho esfuerzo.
Bueno, espero con ganas vuestras experiencias. ¡Ale, a seguir bien y a disfrutar!
Hola!
ResponderEliminarYa que Avefría ha tomado el primer hilo, seguiremos devanando la madeja…
Lo que ella describe era lo habitual hace poco tiempo. A las chicas no se las tomaba en serio en lo concerniente con su formación intelectual… Bueno, si gustaban de aprender alguna cosita ligera para ser más graciosa, estupendo. Pero ni se potenciaba, ni se valoraba en ellas el interés por el aprendizaje y por su preparación para llegar a desarrollar una profesión que les permitiese ser independientes y realizar el trabajo elegido. Todo esto impregnado de una especie de “ternurismo” paternal; no tenían necesidad de esforzarse, ya trabajaría él… Así, que las jóvenes de esa época, que emprendieron el camino de su preparación y se empeñaron en conocer y trabajar, fueron unas apasionadas y unas valientes porque, como poco, no contaban con estímulos.
En ese sentido, afortunadamente, han cambiado las cosas. Creo que, en general, se impulsa a ambos sexos a la formación del mismo modo. ¿O todavía notáis diferencias?
Saludos cordiales
Un saludo, me acabo de encontrar con un batería de preguntas con las que no contaba y estoy un poco espesa para pensar.
ResponderEliminarSi voy a dar mi impresión sobre la película (sólo vi la primera parte)
ORLANDO, LORD O LADY?
PRIMERA PARTE: MUERTE, AMOR Y POESÍA
Película de estética exquisita, de una riqueza y preciosismo desbordante, en la que además de los elementos ornamentales (vestuario, maquillaje, pelucas, muebles...)LA LUZ, desde mi punto de vista juega un papel fundamental; ayuda a definir los espacios y las situaciones, veamos.
MUERTE.- El momento en el que la reina, intima y "adopta" a Orlando a media luz los dos y con decadencia.
AMOR.- Cuando la prometida de Orlando rompe el compromiso, en un exterior con hielo, frío en el ambiente y en el corazón, es casi una estampa en blanco y negro.
POESIA.- Orlando aparece en un espacio desértico y con una luz cegadora. Quiero significar el papel del Archiduque Harry en el momento en que se produce el ataque a la fortaleza y se reparten las armas, el archiduque hiere a un soldado y Orlando comenta algo asï: "Pero ese hombre va a morir" y el Archiduque responde: "no es un hombre, ES EL ENEMIGO" interesante y demoledora apreciación.
En una ocasión escuche decir a Octavio Paz "EL TIEMPO NO HACE Y NOS DESHACE" con Orlando no pasa eso tras dormir resurge nuevo diferente y más lleno de sensibilidad si cabe, "rompe el tiempo".
Dejé la película en el momento en el que Orlando tras dormir, dormir, dormir, se convierte en Lady Orlando y deambula por las estancias de su palacio.
Espero que alguien me cuente el final y el significado de toda la película.
Un saludo y gracias.
Siguiendo el hilo de Avefría, en los roles establecidos antaño, el varón era “el hombre de la casa”, el que estudiaba, el que trabajaba, el que se relacionaba, y el que mantenía a la familia, con todo lo que esto implica. La mujer se encargaba de la casa y de atender a los hijos y al marido.
ResponderEliminarSin estudios y sin recursos, su única opción era casarse y aguantar al marido de turno o verse en la calle. Las mujeres pasaban directamente de la tutela de los padres, a la del marido.
Afortunadamente hoy en día, las cosas son diferentes y son muchas más mujeres(más constantes y aplicadas) que hombres, las que acaban sus estudios y eligen su vida.
La película da mucho de sí, pero un detalle fundamental, es cuando Orlando frente al espejo hace una reflexión, sigo siendo el mismo solo cambia mi sexo, pero ante la sociedad el cambio sufrido te abre o te cierra muchas puertas. Pensemos en los transexuales (misma persona, distinto sexo), y el rechazo de padres, hermanos, amigos, etc.
Respecto a la reflexión propuesta ¿vuestra vida habría sido igual?, etc...
ResponderEliminarLa respuesta a las tres primeras preguntas:
- Si creo que sería igual en ambos casos.
Respuesta 4.- Habría realizado en menor cantidad mis intereses-
Respuesta 5.- Como hombre hubiera dedicado menos tiempo a los demás.
Respuesta 6.- Habría gozado de más respeto, a las mujeres nos toman menos en serio lamentablemente.
Respuesta 7.- Habría dispuesto de más tiempo libre, sin necesidad de dar explicaciones.
Creo que existe o ha existido la idea de que una mujer demasiado suelta, es menos respetable, supongo que tiene que ver con la moral calderoniana que nos ha cubierto.
Espero equivocarme, pero creo que está históricamente demostrado que las mujeres teníamos las de perder. La impronta machista ha hecho que se valore menos a las mujeres o se las tenga como objeto de vitrina.
preba de comentario
ResponderEliminarGala, me parece que aún quedan muchas reminiscencias aunque tú esperes equivocarte.
ResponderEliminarIncluso entre personas con titulación y puestos importantes, que imaginas guías o espejos de razón ilustrada. Emjemplos para las-os demás.
ESta mañana por una cuestión de trabajo un señor que se ha identificado bastantes veces como "abogado", por si yo tenía algún tipo de sordera a su insigne "altura", me ha abroncado gruesa y burdamente, por un asunto del que tan solo soy, mejor dicho, somos mis compañeros y yo mediadores. Ahora bien, cuando la conversción fue retomada por un varón... el tono y las formas del "abogado" cambiaron inusitadamente hacia la corrección. ¿por qué?
Para mi es claro que alguien tenido por inferior, no merece respeto. Y en esta caso el igual es el varón. La inferior lal mujer.
El conspicuo vive en 2010...
Volviendo la vista atrás, podemos estar orgullosas-os del espacio y derechos conquistados. Aunque no podemos dormirnos. Aún queda trabajo por hacer.
ResponderEliminarHe encontrado este poema de Gioconda Belli, que expresa, supongo, un sentimiento que nos es cercano a todas. Ojalá llegue un día en que nos parezca extraño...
Copio una parte:
Desde la mujer que soy,
a veces me da por contemplar
aquellas que pude haber sido;
las mujeres primorosas,
hacendosas, buenas esposas,
dechado de virtudes,
que deseara mi madre.
No sé por qué
la vida entera he pasado
rebelándome contra ellas.
odio sus amenazas en mi cuerpo
la culpa que sus vidas impecables,
por extraño maleficio,
me inspiran.
Reniego de sus buenos oficios;
de los llantos a escondidas del esposo,
del pudor de su desnudez
bajo la planchada y almidonada ropa interior.
Estas mujeres, sin embargo,
me miran desde el interior de los espejos,
levantan su dedo acusador
y, a veces, cedo a sus miradas de reproche
y quiero ganarme la aceptación universal,
ser la “niña buena”, la “mujer decente”
la Gioconda irreprochable.
sacarme diez en conducta
con el partido, el estado, las amistades,
mi familia, mis hijos y todos los demás seres.
En esta contradicción inevitable
entre lo que debió haber sido y lo que es,
he librado numerosas batallas mortales
batallas a mordiscos de ellas contra mi
-ellas habitando en mí
queriendo ser yo misma.-
Abrazos para todas y todos
Precioso poema, Mª Jesús, que nos invita a estar alertas y seguir defendiendo nuestra parcela y ampliándola si fuera preciso.
ResponderEliminarEn este sentido siempre recuerdo una bonita pintada que hace tiempo encontré en la pared de una calle de cierta ciudad. Tenía el dibujo de una niña vestida de primera comunión y decía:
"LAS NIÑAS BUENAS VAN AL CIELO.
LAS MALAS A TODASD PARTES"
Abrazos a tod@s
Avefría
ResponderEliminarHace unos días fui a la pelu a arreglarme las plumitas y escuché esta conversación entre dos madres jóvenes:
-Yo estoy muy contenta de que mi hijo sea varón, porque ellos lo tienen mucho más fácil; estudian, un trabajo, se casan y ya está. Nosotros lo mismo , más los hijos, la casa, los mayores, la comida...
-Y además, el miedo de que les pase “algo” cuando son jovencitas...
- Bueno, mi marido, con lo que es, no viviría cuando saliera de casa la niña...
Me marché con el moño arreglado y pensativa.
¡Amigas, amigos, salud y a seguir bien!